Según la American Academy of Orthopaedic Surgeons, se realizan por año alrededor de 1 millón de cirugías de reemplazo total de articulaciones en EE. UU. En Community Medical Centers, utilizamos técnicas mínimamente invasivas para las cirugías ortopédicas siempre que sea posible. Esto se traduce en una cirugía con la mínima incisión posible, menos cicatriz, recuperación más rápida y menor riesgo de infección.

 

Realizamos:

 

Cirugía de reemplazo total de cadera

Esta cirugía reemplaza una articulación artrítica de cadera y elimina las superficies dañadas que causan dolor. La cirugía de reemplazo de cadera quita la pelota artrítica de la parte superior del fémur y el cartílago dañado del acetábulo. La bola natural es reemplazada por una bola metálica o de cerámica que se fija con firmeza a un vástago. El vástago metálico se inserta en el fémur. El acetábulo de la pelvis es reemplazado por un cotilo metálico. Se coloca un inserto dentro del cotilo metálico que se sujeta a la pelvis. La bola de la cadera se ajusta a ese inserto. Juntos, la bola y el inserto crean la nueva articulación. El cirujano colabora con el paciente para seleccionar el diseño de reemplazo de cadera y el tamaño de la bola femoral que le brinden el mayor rango de movilidad y estabilidad renovada y que minimicen el proceso de desgaste. Esta nueva cadera eliminará el dolor, brindará más movilidad y detendrá el deterioro adicional de la cadera.

 

Cirugía de reemplazo total de rodilla

Esta cirugía reemplaza el hueso enfermo y el cartílago por un implante ortopédico y elimina las superficies dañadas que causan dolor.  La articulación de la rodilla es una articulación tipo bisagra. Está formada por el fémur y la tibia. El tejido suave y blanco que cubre los extremos de los huesos donde se unen para formar las articulaciones (cartílago articular) cubre ambos extremos del hueso para brindar una suave amortiguación. El cartílago se mantiene húmedo por el líquido de las articulaciones que actúa como lubricante y protección contra la fricción (líquido sinovial). En la parte frontal de la rodilla hay una rótula. Los ligamentos, los tendones y los músculos mantienen los huesos en su lugar. Durante la cirugía, la articulación queda expuesta por una incisión que se hace en el centro de la rodilla. Los extremos del hueso dañado son entonces revestidos con componentes diseñados para recrear las curvas naturales de los huesos en una rodilla sana. Los implantes de metal y de plástico permiten que los huesos se deslicen unos contra otros suavemente, como lo hacen los cartílagos naturales. La rodilla nueva permite mayor movilidad y detiene el deterioro adicional de la rodilla.

 

Cirugía de reemplazo parcial de rodilla (unicompartimental)

En esta cirugía se preserva la parte sana de la rodilla y solo se reviste una parte de ella.  Por lo general, este procedimiento es una alternativa al reemplazo total de rodilla para los pacientes que pueden llegar a necesitar tratamiento adicional en el futuro. Como este procedimiento requiere cálculos precisos y precisión quirúrgica, por lo general los pacientes sienten menos dolor y pasan menos tiempo en el hospital, lo que les permite regresar antes a sus actividades cotidianas. 

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