La prueba de esfuerzo cardiopulmonar sirve para evaluar la manera en que el corazón y los pulmones funcionan juntos y su respuesta a diferentes niveles de ejercicio físico. Si siente dificultad para respirar durante el esfuerzo físico o tiene alguna enfermedad cardíaca o pulmonar, su médico podría indicarle esta prueba.
 

¿Qué es una prueba de esfuerzo cardiopulmonar?

Se colocarán monitores en su frente, pecho y brazo para medir el pulso, niveles de oxígeno, ritmo cardíaco y presión sanguínea. Se le pedirá que respire en un tubo conectado de la boca a una una máquina que medirá el volumen de los gases en la respiración exhalada, y los analizará.
 
Se le indicará que vaya aumentando gradualmente los niveles de actividad física, ya sea en la cinta caminadora o en la bicicleta fija. Un técnico, junto con un médico o profesional de enfermería, lo monitorearán de cerca y los resultados quedarán grabados.


Cómo prepararse para la prueba

El día de la prueba, le recomendamos lo siguiente:
 

  • Use ropa suelta y calzado cómodo, apropiados para hacer ejercicio

  • Aféitese el pecho antes de su cita

  • Siga tomando sus medicamentos recetados, salvo que el médico le haya indicado lo contrario

  • Evite fumar o exponerse al monóxido de carbono (un gas incoloro e inoloro producido por la combustión de gas, madera, carbón, propano u otro combustible)

  • Evite comidas suculentas al menos tres horas antes de la prueba

  • No beba alcohol al menos cuatro horas antes de la prueba

 
La cita se reprogramará si usted no se preparó de conformidad con estos criterios.
 
Llámenos con anticipación si:


  • No puede seguir las instrucciones*

  • Tuvo un ataque cardíaco (infarto del miocardio) en los últimos dos días

  • Tiene dolor incontrolable en el pecho (angina)

  • Tiene otra afección cardíaca aguda o crónica, como aneurisma asociado a estenosis aórtica grave

  • Tiene hipertensión incontrolable (superior a 200 mm Hg/110 mm Hg en reposo)

  • Hace poco tuvo un accidente cerebrovascular o ataque isquémico transitorio

  • Tuvo una embolia pulmonar aguda o trombosis venosa profunda

  • Tiene una incapacidad física que le impide realizar la prueba de manera correcta y segura

  • Tiene una afección médica no tratada, como anemia significativa, desequilibrio electrolítico importante e hipertiroidismo

 
*Si el paciente no puede seguir instrucciones porque está en un estado de confusión, es demasiado joven o tiene demencia, un padre, cuidador o tutor puede llamar por usted.

Más información

Descargue información adicional sobre su procedimiento de prueba. Si tiene preguntas, llámenos al (559) 459-3947.

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