La epilepsia es un trastorno en el cual la actividad del cerebro es anormal, provoca convulsiones o períodos de sensaciones y conductas inusuales y, en ocasiones, genera pérdida de la conciencia.
Existen muchos tipos diferentes de convulsiones que se clasifican según el lugar donde se inicia la convulsión en el cerebro, qué otros síntomas se observan, su nivel de conciencia durante una convulsión y si se registran movimientos o no durante una convulsión.
Convulsiones del lóbulo frontal
Convulsiones del lóbulo temporal
Convulsiones del lóbulo occipital
Convulsiones del lóbulo parietal
Convulsiones que se registran el múltiples lóbulos
Crisis de ausencia (crisis petit mal)
Convulsiones atónicas
Convulsiones mioclónicas
Convulsiones tónico-clónicas (crisis grand mal)
Malformaciones del desarrollo cortical (MCD)
Lisencefalia clásica
Displasia cortical focal
Hemimegalencefalia
Heterotopia subcortical en banda
Heterotopia nodular periventricular
Polimicrogiria
Esclerosis tuberosa
Tumores
Tumor neuroepitelial disembrioplástico (TNED)
Gangliogliomas
Hamartomas hipotalámicos
Malformaciones vasculares
Cavernomas
Síndrome de Sturge-Weber
Lograr alivio para su epilepsia intratable comienza con encontrar el foco de sus convulsiones, el lugar de su cerebro donde se originan las convulsiones. Para hacerlo, tenemos varias opciones, entre ellas:
Electroencefalogramas (EEG). Se colocan redes de electrodos o electrodos profundos en el cuero cabelludo para monitorear la actividad eléctrica del cerebro.
Control de la epilepsia Nuestros equipamientos de monitoreo computadorizados y nuestro equipo de control de epilepsia recopilarán datos antes, durante y después de un episodio epiléptico para poder crear un tratamiento.
MRI (imágenes por resonancia magnética). Identifica los cambios estructurales en el cerebro que podrían provocar convulsiones.
Tomografía computarizada de emisión monofotónica (SPECT) Genera un mapa que muestra el flujo de sangre a través de diferentes partes del cerebro.
Antes de tomar una decisión sobre el tratamiento que le brindaremos, tendremos en cuenta su diagnóstico específico y otros factores para llegar a la opción que mejor se adapte a sus necesidades personales. Aplicamos un enfoque multidisciplinario, lo que significa que convocaremos expertos de diversos campos y divisiones para obtener un plan de tratamiento.
En general, el tratamiento de la epilepsia puede incluir alguno de los siguientes:
Lesionectomia: un cirujano extirpa tumores o malformaciones de los vasos sanguíneos en el cerebro identificados como la causa principal de sus convulsiones. Por medio de imágenes tridimensionales y técnicas de localización quirúrgicas, el cirujano limita el tamaño de la incisión necesaria para el procedimiento.
Lobectomía: esta operación, el más común de todos los procedimientos quirúrgicos para la epilepsia, extirpa parte o todo el lóbulo del cerebro. Es un procedimiento habitual y seguro en el que se realizan pruebas para asegurarse de que las áreas que se extirpan no controlen funciones vitales.
Ablación láser: su cirujano aplicará una terapia térmica intersticial láser (LITT) para identificar y destruir los tumores y el tejido cicatrizal en el área del cerebro donde se originan las convulsiones.
Estimulación cerebral profunda (DBS): durante este procedimiento, se implantan electrodos en su cerebro. Los electrodos generan impulsos eléctricos para bloquear o modificar la actividad anormal del cerebro que provoca los síntomas.
Estimulación del nervio vago (VNS): se conecta un estimulador (o generador de pulsos), en el interior del cuerpo, al nervio vago izquierdo en su cuello. El estimulador emite estimulaciones eléctricas regulares y suaves a través del nervio para reducir la actividad del cerebro irregular que provoca las convulsiones.
Hemisferectomía funcional: el cirujano extirpará una parte del hemisferio de su cerebro y desconectará tejidos y fibras que se comunican con el otro hemisferio del cerebro.
Hemisferectomía anatómica: en este procedimiento, su cirujano extirpará los lóbulos frontal, parietal, temporal y occipital y dejará las estructuras más profundas del cerebro, como la amígdala, el tálamo y los ganglios basales intactos.
Hemisferectomía periinsular: el cirujano desconectará las fibras específicas para evitar que las convulsiones se extiendan en la parte afectada de su cerebro.
Callosotomía del cuerpo: durante este procedimiento, el cirujano cortará una banda de fibras (llamada cuerpo calloso) en el cerebro para evitar que las convulsiones se propaguen entre los dos hemisferios (lados) del cerebro.
El diez por ciento de los estadounidenses tendrá al menos una convulsión en algún momento de sus vidas y 3.4 millones viven con epilepsia.