Las enfermedades neuromusculares afectan la función de los músculos debido a problemas con los nervios y los músculos de su cuerpo. El signo más común de estas enfermedades es la debilidad muscular.
Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta las células nerviosas del cerebro y la médula espinal, lo que provoca la pérdida del control muscular. A menudo se la conoce como "enfermedad de Lou Gehrig".
Los signos y síntomas de la ELA varían de una persona a otra y pueden incluir tropezarse y caerse, debilidad en las manos, piernas, pies o tobillos, dificultad para hablar o tragar, o cambios cognitivos y de comportamiento.
Distrofia muscular
La distrofia muscular es un grupo de enfermedades que causan debilidad progresiva y pérdida de masa muscular. Los signos y síntomas específicos comienzan a diferentes edades y en diferentes grupos musculares, según el tipo de distrofia muscular.
Antes de tomar una decisión sobre el tratamiento que le brindaremos, tendremos en cuenta su diagnóstico específico y otros factores para llegar a la opción que mejor se adapte a sus necesidades personales. Aplicamos un enfoque multidisciplinario, lo que significa que convocaremos expertos de diversos campos y divisiones para obtener un plan de tratamiento.
En general, las pruebas y el tratamiento de las enfermedades neuromusculares pueden incluir cualquiera de los siguientes:
Esclerosis lateral amiotrófica (ELA)
Pruebas:
Análisis de sangre. Para este análisis, se extrae sangre para ayudar a distinguir ciertas afecciones de otras.
Imágenes por resonancia magnética (MRI). Una MRI es una prueba segura e indolora que utiliza imanes y ondas de radio para crear una vista detallada del interior del cuerpo.
Electromiografía (EMG). Esta prueba evalúa la salud de los músculos y los nervios (neuronas motoras) que los controlan. Cuando mueve un músculo, las neuronas motoras transmiten señales eléctricas que hacen que el músculo se contraiga.
Biopsia muscular. Extracción de parte del músculo para su examen.
Tratamiento:
Medicamentos.
Terapia física u ocupacional. El ejercicio puede ayudar a mantener la movilidad y aliviar las molestias.
Terapia respiratoria.
Asesoría nutricional y/o trabajadores sociales.
Terapia del habla. Los servicios, dirigidos por patólogos del habla y el lenguaje certificados, están disponibles para los pacientes que tienen dificultad para comunicarse de manera verbal, concentrarse y expresar sus pensamientos, o tragar.
Distrofia muscular
Pruebas:
Pruebas genéticas. Esto puede incluir tomar muestras de sangre.
Electromiografía (EMG). Esta prueba evalúa la salud de los músculos y los nervios (neuronas motoras) que los controlan. Cuando mueve un músculo, las neuronas motoras transmiten señales eléctricas que hacen que el músculo se contraiga.
Biopsia muscular. Extracción de parte del músculo para su examen.
Monitoreo cardíaco y/o pulmonar. Evaluar la función cardíaca y pulmonar.
Tratamiento:
Medicamentos.
Ejercicio. El ejercicio de bajo impacto puede ayudar a mantener la fuerza y la movilidad.
Ayudas para la movilidad y la respiración. Estas pueden incluir bastones, andadores o dispositivos para la apnea del sueño.
Cirugía. Es posible que se necesite cirugía para corregir la curvatura de la columna u otros problemas que podrían dificultar la respiración.
Nuestro objetivo es ayudarle a recuperar la función y la independencia después de una lesión o enfermedad.